El área de Recursos Humanos juega un rol estratégico más allá de la contratación: es clave para prevenir fraudes, filtración de información, sabotajes y otras pérdidas internas. Mediante políticas bien definidas, evaluación continua del talento y cultura organizacional sólida, RR.HH. puede fortalecer los controles internos y proteger el activo más valioso: las personas.
1. Políticas preventivas claras y eficaces
RR.HH. debe liderar la definición de políticas internas que contemplen:
- Código de ética y conducta, que describa comportamientos aceptables, manejo confidencial de datos y sanciones por incumplimiento.
- Protocolos de acceso a información crítica, incluyendo rechazo de filtraciones y plan de respuesta ante incidentes de seguridad.
- Proceso de inducción y sensibilización alrededor de riesgos internos, con formación periódica y actualización de políticas.
2. Detección temprana de riesgos
RR.HH. puede implementar mecanismos para identificar señales de alerta desde el proceso de selección y durante la vida laboral:
- Entrevistas de confiabilidad: complementan las entrevistas tradicionales y ayudan a evaluar la honestidad, valores y referencias del candidato.
- Revisión de antecedentes laborales y personales: garantiza historial limpio y congruente con el perfil requerido.
- Pruebas de polígrafo (cuando la normatividad y clima laboral lo permiten) como herramienta adicional para confirmar integridad en roles sensibles.
3. Cultura organizacional como barrera preventiva
Fomentar una cultura basada en confianza, transparencia y responsabilidad es fundamental.
- Comunicación abierta: canales confidenciales para reportar irregularidades (línea ética, buzones seguros).
- Reconocimiento positivo: premiar comportamientos alineados con los valores institucionales.
- Liderazgo ejemplar: directivos y mandos medios que promuevan honestidad y rendición de cuentas.
4. Control y seguimiento durante la relación laboral
No basta con tener políticas: hay que aplicarlas y actualizarlas.
- Evaluaciones periódicas y rotaciones de funciones: detectar anomalías y reducir riesgos por conocimiento exclusivo.
- Visitas domiciliarias (en cargos críticos) para validación de datos de contacto, situación familiar y contexto de riesgos.
- Revisión de acciones disciplinarias: atención para identificar patrones de incumplimiento o conducta sospechosa.
5. Trabajo interdisciplinario y conexión con seguridad
RR.HH. debe colaborar con áreas como seguridad corporativa, auditoría y tecnología para reforzar los controles en cada proceso.
- Sistemas de control: acceso restringido, cámaras, software de monitoreo y vigilancia electrónica.
- Auditoría interna periódica: identificar vulnerabilidades en procesos administrativos o de información.
- Planes de respuesta: simulacros y preparación ante eventos tipo fuga de información o evento interno.
6. Integridad en el talento humano
Adoptar un enfoque integral que consolide talento con valores y responsabilidad, generando equipos confiables y comprometidos.
- Desarrollo profesional y apoyo emocional: programas de formación, bienestar y estabilización emocional que fomentan lealtad.
- Feedback continuo: encuestas anónimas, evaluación por pares y seguimiento personalizado.
- Actualización legal: cumplir normativas laborales, derecho a la privacidad y uso de datos.
Conclusión
El área de Recursos Humanos es pilar en la prevención de pérdidas internas. Al diseñar políticas claras, incorporar herramientas como entrevistas de confiabilidad, pruebas de polígrafo y visitas domiciliarias, y vincular la cultura organizacional con controles interdepartamentales, RR.HH. se consolida como gestor de integridad y protección. Empoderar a este equipo no solo reduce riesgos: fortalece la confianza, reputación y sostenibilidad de la empresa.