El propósito fundamental de la visita domiciliaria es elevar el nivel de seguridad en el proceso de selección de personal al obtener información valiosa y puntual que respalda una toma de decisiones precisa y de bajo riesgo. En la actualidad, las visitas domiciliarias representan una estrategia de vital importancia para mitigar el riesgo en la contratación de personal en las empresas, ya que funcionan como una herramienta de investigación y análisis de diversos aspectos relacionados con el entorno del candidato.

A través de estas visitas, se recopila información relevante sobre el candidato, como su estructura familiar, situación socioeconómica y condiciones de su vivienda. En consecuencia, las visitas domiciliarias, aunque formen parte de un proceso más amplio, destacan por su importancia, ya que permiten desvelar aspectos del candidato que podrían permanecer ocultos en otras etapas del proceso de selección.

La tarea de dirigir la visita domiciliaria debe ser liderada en primera instancia por un visitador con la madurez personal y profesional necesaria para abordar la entrevista de manera que el entrevistado comprenda claramente el propósito de la misma y por qué es un requisito fundamental en su proceso de selección.

Tras recopilar toda la información obtenida durante la visita domiciliaria, el visitador está en condiciones de emitir una evaluación acerca de la veracidad de los datos recopilados y determinar si la persona es confiable o no.